"Tango, ensayo y naúfragos"

"Estás desorientado y no sabés
qué "trole" hay que tomar para seguir.
Y en este desencuentro con la fe
querés cruzar el mar y no podés.
La araña que salvaste te picó
-¡qué vas a hacer!-
y el hombre que ayudaste te hizo mal
-¡dale nomás!-
Y todo el carnaval
gritando pisoteó
la mano fraternal
que Dios te dio.

¡Qué desencuentro!
¡Si hasta Dios está lejano!
Llorás por dentro,
todo es cuento, todo es vil".

Los parlantes me recuerdan que la música es física como un rumor.

La desolación y la desilusión son artilugios de una realidad aumentada o disminuida, por la codicia de los falsos, la línea editorial de algún funcionario empoderado o ese "deber ser" que corroe las familias nucleares de origen.

La tristeza también es física. Es el ábaco de un chino mezquino que solo resta.

"En el corso a contramano
un grupí trampeó a Jesús...
No te fíes ni de tu hermano,
se te cuelgan de la cruz...

Quisiste con ternura, y el amor
te devoró de atrás hasta el riñón.
Se rieron de tu abrazo y ahí nomás
te hundieron con rencor todo el arpón"

La versión que escucho del tango: "Desencuentro", con música de Aníbal Troilo y letra de Cátulo Castillo, esta interpretada por el cantante japonés Roberto Sugiura y la orquesta típica Color Tango Tolosa...de culto. (El vídeo es insoportable).

Tengo por costumbre cocinar para mis amigos.

Comida árabe, vino nativo, ensaladas y postres tropicales.

Hace varios años que no veo a mi invitado: ex estudiante, ex ayudante, ex socio...yunta.

Trabaja en su estudio de animación en Barcelona, está casado y tiene un hijo.

La Ansiedad solo suma. Sus instrumentos son variados y milenarios.

Amargo desencuentro, porque ves
que es al revés...
Creiste en la honradez
y en la moral...
¡qué estupidez!

Por eso en tu total
fracaso de vivir,
ni el tiro del final
te va a salir.

Tán-tán.

Sugiura sostiene su sonrisa a través de su gran humita roja...mientras es ovacionado...

El timbre. Hormigas. La puerta. Abrazo invernado de osos viejos.

...adivinando la escena el reproductor nos alcanza con "At last" de Etta James.

La marea vara emociones.
Ese tránsito que aventuramos a definir como tiempo, nos devuelve de tanto en tanto, nuestros gestos embotellados.
Mi entrañable amigo trae uno de mis mensajes olvidado.

Me regala dos instrumentos: su primera tableta digitalizadora, una Wacom Volito y un libro:
"Eisner/Miller, conversaciones entre dos grandes autores de comics".

Un cuidador de faro debe ser necesariamente un gran lector.

En la Wacom, bajo el soporte del lápiz, hay una calavera en papel adhesivo plateado...su nariz es una flecha entre dos orificios...la calavera asemeja los signos de un reproductor de video...

...Howlin' Wolf con Goin' Down Slow despide a mis visitas con la eterna promesa del "hasta pronto" de casi todo adios...

El libro de Eisner/ Miller trata sobre el significado el lenguaje de la historieta y de las soluciones que estos autores han encontrado... el espacio escénico es uno de los problemas recurrentes.

...

Ayer, gracias a la constante generosidad de mi cuñado, FS, tuve el privilegio de asistir a :

"Los Náufragos de la Loca Esperanza"

La última producción del afamado Théâtre du Soleil de París, liderada por Ariane Mnouchkine, Pieza principal dentro de la programación Santiago a Mil 2012.

Según la reseña de http://www.santiagoamil.cl:

"La obra comienza en un restaurante a orillas del río Marne, donde un cineasta cautivado por los ideales del socialismo intenta rodar una película muda usando como actores a los cocineros y meseros del lugar. La película de este hombre movido por la utopía de un mundo mejor se basa en Los náufragos del Jonathan, novela de aventuras que Julio Verne dejó incompleta antes de morir. En la novela, un grupo de náufragos intenta crear una sociedad nueva y mejor en la isla Hoste del Cabo de Hornos".

La obra dura 3horas, 50 minutos. con un intermedio de 10minutos.

El espacio escénico es resuelto de tal forma que el "encuadre" es el hito de la propuesta.

El rodaje imaginario culmina con la panorámica de la cámara filmando al público en una retórica de espejos.

El espejo que devuelve todos los espacios y sus sonidos.

La felicidad también tiene cuerpo.

El Faro lo confirma.

HRL.